Durante años atrás la industria de la construcción se ha dedicado a innovar en todos los ámbitos buscando modelos inteligentes relacionados con la ecología y la eficiencia energética. Implementando nuevos materiales que posean una o más propiedades modificadas de manera controlada que reaccionen a estímulos externos ya sea por temperatura, humedad, radiación o algún otro factor ambiental.
En octubre del 2015 se dio a conocer el trabajo del Dr. en Ciencias José Carlos Rubio Ávalos a través de un comunicado de prensa de la agencia informativa Conacyt en el cual expone el desarrollo un concreto capaz de absorber e irradiar energía lumínica, lo cual ayudaría a diversificar las aplicaciones de este viéndolo del punto de vista energético.
Este nuevo material busca destacar en el mercado arquitectónico: fachadas, piscinas, baños, cocinas, estacionamientos, seguridad vial, señalamientos, plataformas petroleras o cualquier otro lugar que se desee iluminar o marcar espacios que no tengan acceso a instalaciones eléctricas. Es altamente recomendable en espacios donde se desee tener un ahorro energético dado que no requiere alguna alimentación eléctrica y es recargable tan solo con la luz solar. Su tiempo de vida estimado es mayor a los 100 años dada su composición y fácilmente reciclable por sus componentes materiales.
La principal característica de eficiencia energética es que el material se obtiene mediante un proceso de policondensación de sus materias primas el cual se realiza a temperatura ambiente, a diferencia del cemento Portland el cual requiere de hornos con altos consumos energéticos.
Con este material inteligente se busca disminuir el consumo energético generado por luz artificial al obtener su propia luminosidad mediante luz natural en el material más utilizado en el mundo.
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